PAULA PÉREZ- SANTIAGO La Consellería de Facenda aplicará al salario de los funcionarios el recorte máximo permitido por el Gobierno dentro del Real Decreto-Ley de medidas para la reducción del déficit público. La regulación estatal obliga a las comunidades a bajar el sueldo base y la antigüedad del personal a su servicio pero deja libertad a los Ejecutivos autonómicos para decidir sobre los complementos específicos, que representan alrededor del 30 por ciento de la nómina de los funcionarios. Mientras comunidades como País Vasco o Navarra han optado por no tocar estos complementos, en Galicia sí sufrirán el tijeretazo de la Xunta.
La meta es alcanzar a final de año la rebaja del 5 por ciento en la masa salarial del personal de la Administración. Lo que ocurre es que otras autonomías, como en el País Vasco, se decantaron por alcanzar este mismo objetivo del 5 por ciento, pero en lugar de castigar el salario de los funcionarios, adoptaron medidas complementarias de ahorro como la amortización de plazas vacantes o la reducción del gasto en sustituciones.
Facenda trasladó ayer a los sindicatos el borrador de ley por el que se recortan los salarios en la Administración. Esta reducción afectará tanto al personal funcionario, al laboral, a los altos cargos, incluidos los del Consello de Contas, Consello Consultivo y el Tribunal Galego de Defensa da Competencia, además de conselleiros e incluso al propio presidente de la Xunta.
El titular del Ejecutivo gallego se rebajará un 15 por ciento el sueldo, que se quedará en 71.960 euros anuales. Los conselleiros cobrarán 62.804 euros, un diez por ciento menos y los altos cargos sufrirán una rebaja salarial del ocho por ciento que dejará sus nóminas en 51.111 euros al año.
En cuanto al personal funcionario la reducción será progresiva. Los trabajadores del grupo A1 sufrirán un descuento ya desde este mes del 4,4 por ciento tanto en su salario base como en los trienios. Los de la escala A2 cobrarán un 2,6 por ciento menos, porcentaje que se rebajará al 2 por ciento para los de categoría B.
Las escalas más bajas, la C1 y la C2, sufrirán un descuento del 1,9 por ciento y del 0,2, respectivamente. Mientras, los trabajadores del grupo E, que sólo cobran 6.581 euros al año de salario base conservarán íntegra esta nómina.
Pero los recortes salariales se amplían también a los complementos. Bajarán las tarifas de los suplementos por destino según el nivel de cada funcionario.
Igualmente se aplicarán descuentos a los demás complementos, pero a diferencia de las retribuciones anteriores, se impondrán de forma lineal, es decir, iguales para todos los funcionarios, independientemente de la escala a la que pertenezcan.
Así, el complemento de productividad cae un cuatro por ciento y las gratificaciones por servicios extraordinarios disminuirán un cinco por ciento. Los suplementos específicos, que cobra cada trabajador en función de su puesto de trabajo, horario y responsabilidad, bajarán un cuatro por ciento.
En el caso del personal sanitario se aplicarán las mismas reducciones por escalas que al resto de funcionarios y además se les recortarán un cuatro por ciento las retribuciones complementarias.
En cuanto al personal eventual el borrador de ley está más abierto, ya que la Xunta aún baraja si establecer una reducción líneal o bien progresiva en función de lo que cobre cada uno.
La meta es alcanzar a final de año la rebaja del 5 por ciento en la masa salarial del personal de la Administración. Lo que ocurre es que otras autonomías, como en el País Vasco, se decantaron por alcanzar este mismo objetivo del 5 por ciento, pero en lugar de castigar el salario de los funcionarios, adoptaron medidas complementarias de ahorro como la amortización de plazas vacantes o la reducción del gasto en sustituciones.
Facenda trasladó ayer a los sindicatos el borrador de ley por el que se recortan los salarios en la Administración. Esta reducción afectará tanto al personal funcionario, al laboral, a los altos cargos, incluidos los del Consello de Contas, Consello Consultivo y el Tribunal Galego de Defensa da Competencia, además de conselleiros e incluso al propio presidente de la Xunta.
El titular del Ejecutivo gallego se rebajará un 15 por ciento el sueldo, que se quedará en 71.960 euros anuales. Los conselleiros cobrarán 62.804 euros, un diez por ciento menos y los altos cargos sufrirán una rebaja salarial del ocho por ciento que dejará sus nóminas en 51.111 euros al año.
En cuanto al personal funcionario la reducción será progresiva. Los trabajadores del grupo A1 sufrirán un descuento ya desde este mes del 4,4 por ciento tanto en su salario base como en los trienios. Los de la escala A2 cobrarán un 2,6 por ciento menos, porcentaje que se rebajará al 2 por ciento para los de categoría B.
Las escalas más bajas, la C1 y la C2, sufrirán un descuento del 1,9 por ciento y del 0,2, respectivamente. Mientras, los trabajadores del grupo E, que sólo cobran 6.581 euros al año de salario base conservarán íntegra esta nómina.
Pero los recortes salariales se amplían también a los complementos. Bajarán las tarifas de los suplementos por destino según el nivel de cada funcionario.
Igualmente se aplicarán descuentos a los demás complementos, pero a diferencia de las retribuciones anteriores, se impondrán de forma lineal, es decir, iguales para todos los funcionarios, independientemente de la escala a la que pertenezcan.
Así, el complemento de productividad cae un cuatro por ciento y las gratificaciones por servicios extraordinarios disminuirán un cinco por ciento. Los suplementos específicos, que cobra cada trabajador en función de su puesto de trabajo, horario y responsabilidad, bajarán un cuatro por ciento.
En el caso del personal sanitario se aplicarán las mismas reducciones por escalas que al resto de funcionarios y además se les recortarán un cuatro por ciento las retribuciones complementarias.
En cuanto al personal eventual el borrador de ley está más abierto, ya que la Xunta aún baraja si establecer una reducción líneal o bien progresiva en función de lo que cobre cada uno.
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