Las pulgas cierran los juzgados de Manacor
- El CSI-F se queja del mal estado del edificio, que ya fue fumigado hace semanas
- Tienen previsto denunciar lo ocurrido en Inspección de Trabajo
- Las instalaciones ya tuvieron que ser desinfectadas
«¿Los detenidos? Esos son lo menos peligroso que te encuentras por estos juzgados». Andreu Bou, presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) en Baleares, explica que la plaga de pulgas que obligó a desalojar los juzgados de Manacor en la mañana de ayer no es sino un episodio más en el serial de visitas no deseadas que históricamente acumulan estas instalaciones: cucarachas, ratas... «Hemos visto de todo; por desgracia esto es más habitual de lo que parece».
Al poco de ocupar sus asientos, el personal de la primera sala de los juzgados pudo dar cuenta en sus propias carnes de la nutrida presencia de sifonápteros voraces. Uno de los más afectados fue una procuradora que acabó con todo el brazo derecho inflamado. Después de interrumpir la sesión por espacio de varios minutos, finalmente se tomó la decisión de suspender todos los juicios previstos en el día de ayer.
Los representantes de CSI-F comunicaron el incidente a la Gerencia Territorial de Justicia, dependiente del propio Ministerio, e informaron de que en el día de hoy tienen previsto denunciar lo ocurrido en Inspección de Trabajo.
Según fuentes de los propios juzgados, estas instalaciones ya tuvieron que ser desinfectadas hace poco más de una semana después de que varios procuradores se quejaran de picaduras de pulgas. El percance ya fue puesto entonces en conocimiento de Gerencia de Justicia.
Para Bou, el mal estado de los juzgados de Manacor «demuestra el poco interés que tienen los políticos en la Justicia». El mal estado de estas instalaciones ha sido denunciado en numerosas ocasiones por los trabajadores, que se quejan de la falta de higiene y mantenimiento que arrastra la sede desde hace años.
El juzgado general de Manacor, antiguamente un convento de monjas, es un lugar «muy cerrado y con problemas de ventilación», explica Bou para añadir que si a ello se le añade una falta de actuaciones regulares de limpieza se obtiene como resultado un foco de suciedad e infección que acumula una plaga tras otra.
Manacor cuenta con otras dos sedes judiciales además de ésta, básicamente pisos alquilados en los que se lleva a cabo la instrucción de los casos judiciales. Estas últimas instalaciones, lamenta Bou, tampoco están para tirar cohetes, lo que refleja el escaso esfuerzo invertido de cara a ofrecer a la ciudadanía unas dependencias judiciales dignas.
Pero el problema no es exclusivo del municipio manacorí, ya que, tal y como subraya la organización sindical, se trata de una situación extensible a las otras dependencias judiciales de las Islas. Así, el CSI-F emitió una queja formal en la que denunciaba «las condiciones en las que se tiene que trabajar en los Juzgados de Manacor, Inca, Ibiza y Menorca», al tiempo que calificaba de «lamentable» el estado de estas instalaciones y el de las «medidas de seguridad e higiene que se tienen en los centros».
Si bien no es el único caso, bien es cierto que las quejas de trabajadores, ciudadanos y agrupaciones políticas por el mal estado de los juzgados de Manacor vienen de lejos. A la falta de higiene se han sumado protestas por la reducida capacidad de sus instalaciones, las cuales obligan a trabajar a los funcionarios con una dotación de recursos insuficiente.
Por otra parte, el Ayuntamiento ha cedido al Ministerio un solar en la calle del Pilar para la construcción de unos nuevos juzgados, que deberían ocupar unos 6.000 metros cuadrados. Según lo acordado entre el Gobierno central y la corporación municipal, la actuación debería materializarse en menos de cinco años.
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