Carta al nuevo ministro de Justicia: Consejo General de Procuradores.

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  Juan Carlos Estévez. Habrá de retomar también la nueva planta y demarcación judicial de España.

• Distinguido ministro:
  En este momento desconozco totalmente la personalidad de quien haya de asumir el cargo de ministro de Justicia del nuevo Gobierno. Pero entiendo que ello supone para mí una ventaja, pues puedo dirigirme a usted con toda libertad.
  Como primer mensaje, quiero dejar bien claro que las líneas que seguirán no serán, en ningún caso, una crítica pasada, presente o futura, si no que espero que se trate de un nuevo instrumento de colaboración con la ardua labor que le espera, desde un prisma lo más objetivo posible, sin tinte alguno de corporativismo o interés espúreo. Simplemente, una humilde colaboración para el mejor funcionamiento de nuestra Justicia, en beneficio de todos los españoles.
  En contra de lo que muchos piensan, en materia de Justicia, España es uno de los países más avanzados tecnológicamente. Estamos entre los tres o cuatro mejores de la Unión Europea. Sin embargo, ello no debe llevarnos a triunfalismo alguno, sino a la senda iniciada por anteriores Gobiernos, propiciando y activando los sistemas informáticos y telemáticos, así como su coordinación con el Punto Neutro Judicial y con todas las autonomías.
  Habrá de retomar también la nueva planta y demarcación judicial de España, evolucionando, desde unos supuestos del siglo XIX, hasta la situación social y demográfica actual de España. Habrá que incidir nuevamente en el diseño de los tribunales de instancia, caminando hacia grandes unidades iniciales, hasta la completa desaparición de los partidos judiciales con jurisdicciones mixtas en un mismo tribunal.
  Tendrá que ocuparse de la nueva Oficina Judicial, bien confirmando su actual camino, bien modificando ciertas circunstancias. Hasta ahora, únicamente han funcionado las reformas legislativas sobre la materia (que también podrían ser objeto de revisión), pero nada nuevo hay en cuanto a las infraestructuras físico-inmobiliarias de la nueva oficina.
  Habrá de proceder a una actualización de la Justicia gratuita española, con fórmulas inteligentes para no destruir derechos a la tutela judicial efectiva pero, al mismo tiempo, abaratando sus costes.
  Para todo ello tendrá que sentarse repetidas veces con las Consejerías de Justicia de las distintas autonomías, a efectos de unificar criterios.
  Le tocará rediseñar el modelo de elección del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional para que, de una vez, tanto los ciudadanos como los medios de comunicación dejen de tildarlos de "politizados".
  No le quedará más remedio que proceder a la puesta en práctica de nuevas fórmulas que, con inteligencia, produzcan ahorros a la Administración de Justicia estatal y a las autonómicas. Por ejemplo, cerrar todos los servicios dedicados a actos de comunicación y ejecuciones, otorgando dicha competencia a los Colegios de Procuradores, tal y como la ley prevé. Con ello, conseguiría que todos los funcionarios judiciales que prestan sus servicios en dichos organismos pudieran pasar a ejercer su labor como titulares en distintos tribunales, y se ahorrarían el coste de dichos servicios, que pasarían a los Colegios de Procuradores, que obtendrían sus ingresos a través del importe que cada procurador cargara a su cliente por su actuación en el servicio.
  Habrá de proceder a las reformas, tan esperadas, de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, Ley de Jurisdicción Voluntaria, Ley Concursal, etc.
  Soy perfectamente consciente de que lo que dejo expuesto es a título puramente enunciativo. Necesitaría una mayor reflexión y explicación. Sin embargo, el contenido de este artículo no me permite mayor extensión, por lo que me ofrezco para profundizar en cada una de estas cuestiones, si llegaran a ser de su interés.
  También comprendo la dificultad que supone pasar de la teoría a la práctica. Pero, en estos momentos de crisis, es cuando hay que tomar iniciativas que lleven a nuestra Justicia a su mejor servicio a la ciudadanía, aprovechando todo el material humano y profesional, muchas veces infrautilizado. Así, con un mejor funcionamiento de nuestra Justicia, pues calidad ya la tiene, ofreceremos confianza a los inversores en pos de un crecimiento económico del que España está tan necesitada.
  En la esperanza de que estas líneas puedan contribuir al éxito de su gestión, que será el de todos, reciba, Sr. ministro, el testimonio de mi más distinguida consideración, así como los saludos más afectuosos.
  *Juan Carlos Estévez es presidente del Consejo General de Procuradores. 
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