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jueves, 15 de diciembre de 2011

“La crisis impide cualquier nueva oficina, incluida la de la Audiencia”

CSIF      JUSTICIA      INFORMA     


ENTREVISTA / Óscar Hernáiz / Juez Decano de Ponferrada
Ana R. López / Ponferrada
Primero fue decano por antigüedad y después, elegido por los jueces de los Juzgados de Ponferrada. En su cargo ostenta la representación exterior del Palacio de Justicia berciano, ordena el trabajo en un edificio en el que trabajan más de 150 personas, preside las Juntas de Jueces, emite informes solicitados por los órganos de la Administración de Justicia. Y aún saca tiempo para encargarse del Juzgado de lo Penal, defender la labor y la independencia de los jueces españoles, de entonar el 'mea culpa' ante la lentitud de la Justicia y prometer y comprometer todos los esfuerzos necesarios de su colectivo para convertirlo en lo que es, un servicio de tutela y garantía de los derechos y deberes de todos los españoles.

¿Está satisfecho con los logros que el Decanato y la Junta de Jueces de Ponferrada han obtenido para este partido judicial?
Se ha conseguido desde el juzgado número 8, una creación inesperada, aunque muy necesaria, porque se creó justo un año después del 7. No era esperado y no ha vuelto a ocurrir en toda Castilla y León. Eso sí fue una verdadera conquista de la que podemos responsabilizarnos, no sólo los jueces, sino mucha otra gente, como la Junta de Secretarios, que también hizo un trabajo importante, la Fiscalía de Área o el propio Colegio de Abogados. Con independencia del tiempo que hayan estado en Ponferrada, los jueces han trabajado por la mejora de la Justicia y del partido judicial y eso ha sido un cambio de actitud en el Juzgado, porque íbamos a remolque de los abogados y procuradores en las revindicaciones. No digo que hayamos conseguido invertir la tendencia, porque éstos son colectivos muy activos, pero hemos adquirido protagonismo en cuanto a dinamismo, a proponer cosas y abrir caminos.

Y también la ampliación del edificio de juzgados.
Es una infraestructura absolutamente necesaria que va a suponer una mejora muy notable y ahora, tal y como están las cosas, nadie pensaba ni contaba con que lo fueran a hacer. Ponferrada siempre tuvo un problema de espacio desde que se empezaron a crear nuevos juzgados y tuvimos que hacer parches: al Juzgado nº 6 lo hemos tenido que meter en la casa que ocupaba en su día el conserje del edificio y está en una situación lamentable. El 7 no entró y tuvimos que echar a los abogados, que aceptaron porque abrieron su sede, y se consiguió reordenar ese espacio. Se creó después el 8 y para ello tuvo que salir la Fiscalía de Área. Ahora tenemos completamente cubierto el espacio y la Fiscalía fuera (en la calle Ave María), cuando lo ideal sería que estuviera todo junto. El edificio ampliado estaba pensado para la nueva oficina judicial, pero los resultados de las experiencias piloto los resultados no son buenos. Por eso se ha paralizado la implantación. No sabemos si habrá o no Oficina Judicial en Ponferrada para 2014. En cualquier caso, la ampliación es nuestra herramienta para que regrese la Fiscalía de Área y haya espacio para nuevas unidades judiciales, pues sólo se crean si hay espacio. También irá ahí la Fiscalía, nuevos juzgados o alguno de los actuales y aprovechar el sitio del 6 para hacer más salas de vistas.

En el nuevo espacio ¿cabría una sala desplazada de la Audiencia?
Cabría. Lo que no sé es si se va a crear. La situación de la Audiencia tampoco es buena, siempre tiene mucho colapso y cuando se planteó la opción de ampliarla se estudió la opción de que, en lugar de que estuviera residiendo en León, se pudiera mover por la provincia. Ponferrada es más del 40% del trabajo de la Audiencia, por lo que se planteó esta solución y había incluso inquietud política a favor. El problema es que la crisis ha paralizado cualquier creación judicial, incluida la de la Audiencia. Además, su creación en Ponferrada es una decisión política. De momento está todo paralizado, pero no pierdo la esperanza. Quizá dentro de dos años, cuando esté concluida la ampliación, pueda reabrirse este debate.

¿Qué va a ocurrir con el Juzgado de la Mujer ahora que, en pocas semanas, concluirá el plazo de prórroga del desdoblamiento del Juzgado número 5?
Después de insistir muchos años, pudimos conseguir el refuerzo para el Juzgado de Instrucción número 5, el desdoblamiento para el Juzgado de la Mujer. Y se ha mantenido incluso durante un año. Acaba el 10 de enero de 2012. La situación del 5 era totalmente insostenible, porque estaba paralizado en todas las áreas (de Primera Instancia e Instrucción) menos en el de la Mujer a cuenta de abandonar todo lo demás durante años. Con el refuerzo hubo un trabajo importantísimo de la juez que se nombró y los funcionarios para revisar todo el colapso que había de papeles. Lo normal es que un Juzgado no tenga más de 40 o 50 escritos al día pendientes. Este Juzgado tenía 1.000 pendientes, muchos de ellos repetidos y algunos ya sin validez. Después se amplió el refuerzo para acabar todo este trabajo con otros seis meses y ahora ya se han podido revisar todos los papeles y expedientes y se han tratado de reactivar. Esa tarea concluyó después de la prórroga. Ahora tenemos una segunda fase, que es la que esperamos del Ministerio de Justicia, porque los jueces y secretarios han revisado papeles y expedientes y han acordado lo que hay que hacer. Lo que falta es que los funcionarios tramiten lo que los jueces han dispuesto sobre cada uno de ellos. Por eso esperamos que la medida de refuerzo se prorrogue más allá del 10 de enero de 2012 otros seis meses sólo para los tres funcionarios.

¿Cuántos casos entran en ese Juzgado de la Mujer?
Nosotros hemos tenido la mala suerte y el deshonor de haber sido el partido judicial con mayor índice de asuntos de violencia de toda la Comunidad Autónoma. Hemos llegado a tener un caso al día y por volumen de población es muchísimo. Era una situación francamente preocupante y eso también saturaba ese Juzgado y paralizaba el resto de tareas. Por primera vez en 2011, desde que se constituyó el Juzgado, va a notarse un pequeño descenso, lo que es una buena noticia, porque consolida una tendencia de 2010 de estabilización de casos que si se confirma al final del año, será la primera vez que podamos decir que desciende el número de casos en Ponferrada. Es una muy buena noticia que no habíamos vivido nunca.

¿La crisis ha elevado la carga de trabajo en el señalamiento de juicios y emisión de resoluciones?
La Justicia es un enfermo crónico que lleva así casi desde que se inventó. Los ocho juzgados de Primera Instancia e Instrucción asumen la inmensa mayoría del trabajo. El Juzgado de lo Penal, que es único, hasta 2005, cuando había cinco juzgados de Primera Instancia e Instrucción, tenía una carga de trabajo muy asumible. Ese Juzgado de lo Penal, que es el que yo sirvo ahora, estaba muy bien. Pero todo esto ha cambiado desde 2007, que es cuando empezamos a ver con crudeza la evolución de la crisis y los juzgados mixtos entraron en situación de colapso, puesto que se multiplicaron más de un 35% los juicios civiles. En los Juzgado de lo Social, que tenían esa situación tan buena cuando se creó el segundo, desde 2007 se fueron al garete: se ha multiplicado tantísimo la problemática laboral, casi por dos. Pero han sido los que mejor han resistido el embate por esa permanencia de plantilla. Tienen mucha sobrecarga, pero mantienen el nivel de resolución al día con gran esfuerzo. Si hubiera que sacar pecho, nuestras joyas de la Corona son los juzgados de lo Social. Luego, el Juzgado de lo Penal, que es el que sirvo yo, la situación que tenía hasta 2007 era muy buena, pero con la creación de más juzgados de Primera Instancia, más el bis del número 5, es decir, nueve, pues ha sido el que más subida ha tenido de todos los de Ponferrada. Hemos pasado de tener en torno a unos 200 casos anuales, algo muy llevadero, pues la media es de 360, y en el último año pasamos casi a 600 asuntos. Hemos pedido incluso que, a medio plazo, se valorase un segundo Juzgado de lo Penal, pero de momento hay mucho trabajo, pero se puede intentar aguantar.

¿Qué asuntos son los que más han aumentado en estos últimos años?
Hemos notado desde 2007, y en 2011 se mantiene, un aumento de determinadas áreas de trabajo que están claramente vinculadas a la situación de crisis, por ejemplo, los procedimientos hipotecarios, que no han bajado y aún hay un nivel de impagos importante. No han descendido y vamos a terminar con un dato peor que el anterior, las reclamaciones al Juzgado de lo Social, para el que éste ha sido un año muy malo, superior al año pasado que demuestra el conflicto laboral, pérdida de empleo y precariedad generalizada que acaba repercutiendo en el juzgado. También en el área Civil aumentaron este año los contenciosos en materia de familia, especialmente en modificaciones de medidas, es decir, las medidas reguladas por separados o divorciados en cuanto a la casa, los niños… Han aumentado este año también los robos, los hurtos…, pero no es una situación dramática, porque la seguridad en la calle es buena. Ponferrada es un sitio seguro, pero el aumento de estos procedimientos de patrimonio las relacionamos con la situación de crisis, sobretodo porque estamos hablando de robos y hurtos de cuantías casi ridículas. Hemos vuelto al asalto a los supermercados, al robo de comida.

¿Qué es ahora lo más inmediatamente necesario para El Bierzo?
Nos gustaría que se creara un juzgado más de Primera Instancia e Instrucción, el 9, para separar las jurisdicciones. Es decir, que los nueve juzgados que llevarían inicialmente Primera Instancia además de Instrucción, se especializarían. Tenemos nueve, cinco podrían dedicarse a Civil y otros cuatro a Penal. Eso nos permitiría crear casi de facto un juzgado exclusivo para violencia, con su semana de guardia y dejaría todo lo Civil, que es lo que ahora lo está atascando. El nivel de respuesta sería notablemente mejor.

¿Y qué proponen los jueces?
Como estamos en un periodo de crisis y no va a haber dinero, la propia Junta de Jueces de noviembre acordó que vamos a abrir un concurso de ideas para ver qué podemos mejorar sin que cueste un duro. Desde la atención a la gente o la forma de trabajo. Vamos a involucrar a todos los colectivos para recabar sugerencias para que nos digan qué ven mal de nosotros y qué podríamos hacer mejor sin dinero. A nosotros se nos ha ocurrido crear una página web de consulta meramente didáctica para que la gente pueda tener idea de qué es lo que hacemos y para qué servimos a intentar pulir cuestiones como la puntualidad en las salas, uniformar los protocolos de actuaciones similares en todos los juzgados, la asistencia en la gestión del papel, mejoras en normas de reparto jo estimular al personal para que trabaje más en positivo, como crear lazos de hermandad entre la plantilla.

¿Qué mecanismos propone como solución a la situación de la Justicia?
En lo que hay que trabajar ahora, que espero que sea la línea que se lleve, es intentar buscar mecanismos que contribuyan a reducir la litigiosidad. Serían mecanismos no judiciales, para que la gente pudiera usarlos y no acabar en un juzgado para que sean asumidos por otros funcionarios o profesionales, y hablo del arbitraje, la mediación, la resolución extrajudicial de conflictos… un montón de vías que en Europa se está demostrando que son eficaces y que en España no tenemos implantadas aunque hay leyes que las garantizan. Por ejemplo, Ponferrada no sé si llegará a 20 o 30 arbitrajes al año en una ciudad en la que tenemos del orden de 8.000 o 9.000 asuntos civiles al año. Al margen de las vías extrajudiciales, es necesario que nosotros también en la Justicia tratemos de simplificar alguno de los procedimiento. Por ejemplo, los desahucios, que son un proceso sencillísimo, pero para resolverlo necesitamos mucho trámite a largo plazo, porque estamos tardando casi un año en desalojar. La gente en el fondo es muy civilizada, lo que también es para presumir en este país, porque en vez de tomarse la justicia por su mano y pese a saber que no funciona bien y que es cara y no da respuesta eficaz, no les queda más remedio y acaban viniendo aquí a reclamar lo que es suyo. De más es que la gente no acabe pegándose por la calle y es algo de admirar, pero a nosotros, nos impide llegar a tener un nivel de respuesta satisfactoria y eso supone trabajar siempre bajo pesimismo.

¿Qué opina de planteamientos como oficinas de ejecución centralizadas o tareas de instrucción por parte de los fiscales?
El asunto es delicado, porque no hay que olvidar que somos un poder del Estado y prestamos un servicio esencial a la gente, pues está en juego la tutela judicial efectiva, es decir, de los derechos y libertades de las personas que, constitucionalmente, sólo la pueden garantizar los jueces y magistrados. Está bien pensar que cuantas más manos, mejor, pero hay que pensar que las manos que vayan a entrar sean manos independientes, que gocen por ley de ese privilegio para el ciudadano y esto no ocurre a veces con todas estas medidas que se plantean. Estamos además viviendo en España un momento crítico respecto a la independencia judicial. La politización de la Justicia está haciendo muchísimo daño. El hecho de que ahora mismo se esté planteando un modelo de oficina judicial, los instrumentos que están al servicio de los jueces para garantizar esa tutela, de repente, el sistema muy perversamente pretende implantar un modelo que excluye al juez y lo aparta de la dirección del proceso. El problema del poder Ejecutivo es que todos, por naturaleza, tienden a controlar el poder Judicial y cuando éste es independiente, sabe que puede luchar contra esas presiones. La independencia es una garantía para el ciudadano y si el juez no resuelve lo correcto, hay mecanismos para que responda e incluso para que vaya a la cárcel y no es un privilegio.

¿Espera que el cambio de gobierno modifique la situación de la Justicia en algún sentido?
Tristemente, quien haya seguido la campaña habrá visto que sobre Justicia no se ha dicho ni una palabra. Y la situación es, con diferencia, mala o muy mala desde el año 2000. Ni los partidos mayoritarios ni los otros han dedicado una sola línea al debate del estado de la Justicia y es un enfermo que está en fase terminal, aunque es salvable con un esfuerzo compartido. Sin Justicia no hay garantía derechos y en una época como la que estamos viviendo, de crisis económica, en la que se están cometiendo verdaderos abusos y se está viendo la impunidad con la que se están saliendo los responsables de esta crisis. Esta gente no va a responder ante nada o ante nadie. Pues yo le diría que, con el sistema en la mano, esa gente claro que tiene una manera de responder, que es a través de la Justicia, que somos quienes podríamos poner coto o, al menos, aunque fuera tarde, hacer pagar a todos los responsables de esta crisis de la situación en la que está. Pero ahora mismo nuestra Justicia no está en condiciones de garantizar esa tutela a los ciudadanos y esto es lo que me preocupa, porque no veo una vocación política de que esto cambie de una forma radical. Sí es cierto que en el programa del PP, que es el que va a formar gobierno, hay una medida que si se implantara, a la inmensa mayoría del colectivo judicial agradaría y es la elección de los vocales del CGPJ, órgano de gobierno y político de los jueces. Sería volver al modelo constitucional, que esos 12 los eligieran los jueces de entre los jueces, es decir, que no los elija, como los elige ahora, el Parlamento, que es una de las principales causas de esa imagen de politización de la Justicia.

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