Los monitores informativos de la Ciudad de la Justicia no se utilizan desde que fue inaugurada hace ocho años
03.04.11 - 00:39 - J. A. MARRAHÍ | VALENCIA
Si uno camina por la Ciudad de la Justicia de Valencia se topa con fiscales, abogados, policías, ascensores acristalados... Entre todo ese ajetreo se alzan seis voluminosos monitores enganchados a un poste. ¿Para qué sirven? ¿Por qué nunca están encendidos? ¿Se encenderán alguna vez? «Eso jamás está en marcha, no se usan, son teles de adorno», apunta un fiscal con una sonrisa en su boca.
Ninguno de los fiscales ni abogados consultados, profesionales que día a día recorren las salas de vistas de la planta baja, recuerdan haber visto funcionar estos artefactos desde que el moderno edificio judicial comenzó su andadura hace ya ocho años. Fueron concebidos con una misión parecida a la de los paneles aeroportuarios con los vuelos: informar sobre los señalamientos, hora de los juicios, salas donde se celebran y horarios, entre otras cuestiones de interés para los que trabajan en el edificio.
Pero eso no ocurre. Javier Romero, abogado del turno de oficio, aguarda junto a una sala de vistas. «Jamás los he visto funcionar. Lo pusieron para que sepamos las estimaciones horarias de los juicios y los señalamientos. Pero esa información tienes que ir buscándola por tu cuenta y preguntar a cada juzgado. La mayoría de veces hay hojas informativas en las puertas». El letrado estima que sería «muy recomendable para nosotros» que los monitores funcionaran. «Y si no, ¿para qué los ponen?, ¿qué hacen ahí esos pasmarote si no se utilizan?», se pregunta.
Siempre apagadas
«No hay diferencia entre esas teles y las columnas», resume una abogada de los juzgados de lo Social. «Llevo dos años viniendo de lunes a jueves y no los he visto nunca encendidas», apunta. Otro letrado, por contra, recuerda cierta actividad eléctrica en el artefacto, de la marca Unic: «Al principio se iluminaba una pantalla azul, como si hicieran pruebas, pero información detallada de los juicios no he visto en mi vida».
Según fuentes de la Conselleria de Justicia, los monitores «funcionan perfectamente. Son un elemento más al servicio de los juzgados, un sistema complementario al de la grabación de los juicios». La explicación de la Generalitat es que debe ser el propio personal de los órganos judiciales el que active y cargue la información sobre las vistas que se van a celebrar».
Sin embargo, esta situación cambiará en breve, matizan: «Con la puesta en marcha de la nueva oficina judicial será el servicio de señalamientos el órgano encargado de activar y cargar la información de los monitores. El funcionario del juzgado sólo tendrá entonces que apretar un botón y esta información será transferida de manera inmediata».
Mientras esto ocurre, los gigantescos monitores siguen mirando a ciegas la actividad judicial de cada mañana, ahorcados en su poste, esperando el día en que alguien se decida a utilizarlos. «¿Habrán costado su dinero, no?», se cuestiona otra letrada.
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